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Nuestra fuente de fe son las Sagradas Escrituras, mejor conocida como la Biblia,

específicamente, la versión Reina Valera 1960 en español.

1. El Dios Único, Verdadero y Eterno - Creemos en un Dios único, verdadero y eterno, que se ha

revelado a sí mismo como “YO SOY EL QUE SOY” (Éxodo 3:14; Deuteronomio; Génesis 1:26;

Mateo 3:16-17; Mateo 28:19; Marcos 12:29: 2 Corintios 13:14; 1ra. de Juan 5:7; Apocalipsis

1:8).

2. La Creación - Creemos que la existencia de todas las cosas visibles e invisibles obedecen a la

obra creadora de Dios, según lo establecen las Escrituras (Génesis 1:1; 1:31; 2:2; Job 38:4-6;

Salmo 19:1; Salmo 24:1; 2 Pedro 3:5).

3. El Hombre - Creemos que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, sin pecado, en

perfecta comunión con su Creador. Fue revestido de atributos de santidad, sabiduría, justicia y

dominio propio (Génesis 1:26-28; Salmo 8; 3-8; Marcos 10:6; Hechos 17:26).

4. La Caída y la Redención del Hombre - Creemos que el hombre cayó por transgresión, por

decisión propia y voluntaria; su única esperanza de redención reside en la aceptación del plan

redentor provisto por Dios en la promesa de nuestro Señor Jesucristo (Génesis 3:15; Juan 3:14-

18; Romanos 3:23-26; Romanos 5:1-2; Romanos 10:9-10).

5. Salvación - Creemos que el hombre es salvo por gracia mediante el sacrificio de Cristo en la

Cruz del Calvario (Efesios 2:8), justificado por la fe en Cristo (Romanos 5:1), y heredero de una

vida eterna, conforme a la promesa de Dios (Tito 3:7). La salvación obtenida al creer en Cristo

es inmediata (Lucas 19:9; Juan 5:24), siempre fue y será por S elección (Efesios 1:3-7, Romanos

8:29-30, Romanos 9:11-16)

6. El Bautismo del Espíritu Santo - Creemos que todos los creyentes tienen la oportunidad de

recibir la promesa del Padre concerniente al bautismo del Espíritu Santo. Es por eso que todo

creyente debe esperar y anhela esta experiencia. Con el bautismo del Espíritu Santo se recibe

poder para vivir una vida santa en su presencia, trabajar en su viña y en su obra en

general. Esta experiencia es distinta y posterior al nuevo nacimiento. Ser bautizado o no por el

Espíritu Santo en nada se interpone, o interrumpe la salvación ya que somos salvos por Su

sangre. Su evidencia externa inicial es hablar en otras lenguas (Lucas 24:49; Hechos 1:8; 2:4-29;

8:14-17; 10:45-46; 19:1-5).

7. La Santificación - Creemos que es necesario vivir una vida de santidad, sin la cual nadie verá al

Señor, según no enseñan las Sagradas Escrituras (Hebreos 12:14). Por el poder del Espíritu

Santo podemos obedecer al mandamiento que dice: “Santo seréis, porque santo soy yo Jehová

vuestro Dios” (Levítico 19:2). La santificación completa constituye la voluntad de Dios para los

creyentes y debe ser procurada diligentemente, caminando en obediencia a su Palabra; es

imprescindible para recibir su bendición. La santificación es el proceso mediante el cual el

creyente crece espiritualmente, renunciando a la vida mundana y acercándose a la perfección

de la imagen de Cristo, separándose para el servicio de la causa divina. (Efesios 4:22-24; 1

Tesalonicenses 5:22-24; 1 Pedro 1:15; 1 Juan 2:6)

Creemos en que Dios ofrece redención y restauración a todos los que confiesan y renuncian a

sus pecados y buscan el perdón y la misericordia a través de Jesucristo. (Hch. 3:19-21; Rom.

10:9-10; 1 Cor. 6:9-11).

8. La Iglesia - Creemos que la Iglesia es el cuerpo de Cristo, la habitación de Dios por medio del

Espíritu Santo, con designaciones divinas para el cumplimiento de la Gran Comisión. Todo

creyente lavado con la sangre de Cristo, nacido de nuevo, constituye parte integral de la Iglesia

de Dios (Efesios 1:22-23; 1 Corintios 12:27).

9. La Gran Comisión - Creemos que hemos sido comisionados por el Señor Jesucristo para

continuar su obra, cumpliendo la encomienda de predicar el Evangelio a toda criatura en todo

el mundo (Mateo 28:19; Marcos 16:15-20).

10. Las Sagradas Escrituras - Nuestra fuente de fe son las Sagradas Escrituras, mejor conocida

como la Biblia, específicamente, la versión Reina Valera 1960 en español.

Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios inspirada por El; la única regla infalible de fe y

conducta, superior a la conciencia y a la razón, pero no contraria a éstas (2 Timoteo 3:15-16; 2

Pedro 1:19-21). La Biblia es su propio intérprete y manifiesta al mundo la realidad divina en

toda su amplitud (Juan 5:39). Rechazamos todo artículo de fe que no esté basado en los libros

divinamente inspirados (2 Timoteo 3:15-17).

11. La Sanidad Divina - Creemos en la promesa bíblica relativa a la sanidad divina, ya que la

liberación de las enfermedades está provista en la expiación de Cristo y constituye un privilegio

a toda la humanidad. La Iglesia recibe autoridad del Señor Jesucristo para sanar enfermos en su

nombre (Salmos 103:3; Isaías 53:4-5; Marcos 16:18; Santiago 5:14).

12. La Segunda Venida de Cristo - Arrebatamiento, traslación de la Iglesia al toque de la final

trompeta, cuando los muertos en Cristo resucitarán primero, y los creyentes vivos serán

transformados para recibir al Señor en el aire, y así estaremos para siempre con El (1

Tesalonicenses 4:15-17). Creemos en la segunda manifestación de Cristo en forma corporal y

visible, y en que establecerá su reino milenial sobre la Tierra (Mateo 24:30; Hechos 1:11;

Apocalipsis 1:7; Daniel 7:14; 1 Corintios 15:25; Apocalipsis 5:10; 11:15; 20: 1-7). Creemos en el

juicio final con retribución de vida eterna para los justos y castigo eterno para los impíos (Daniel

12:2; 2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:1).

13. El Matrimonio - Creemos en que el término “matrimonio” solo tiene un significado: la unión

de un hombre y una

mujer (cromosómicamente hombre y mujer) en una unión única y exclusiva, tal como se

enuncia en las escrituras (Gen. 2:18-25). Las Sagradas Escrituras establecen esta relación entre

hombre y mujer como su Diseño Eterno para la familia (Isaías 62:5; Marcos 10:6-9, Efesios 5:22-

33, 1 Pedro 3:1, 7). Por tanto, el (los) Pastor (es) de Epicenter Church, únicamente está(n)

autorizado(s) a realizar matrimonios entre personas del sexo opuesto (según su sexo

cromosómico).

14. La Santidad de la Vida - Creemos en la Santidad de la Vida, la cual comienza tan pronto el

feto es engendrado y termina por causas naturales. No creemos en la eutanasia, la muerte

“digna”, la pena de muerte, ni el aborto. Por tanto, estamos llamados a defender, proteger y

valorar toda vida humana (Sal. 139).

15. Sexualidad - Creemos que le sexualidad es un aspecto natural del ser humano, dado así por

Dios a los hombres para sus santos propósitos de procreación, disfrute y unión

matrimonial. Como tal, la sexualidad humana debe ser sometida al propósito de Dios dentro de

la santidad del matrimonio.

Creemos en que el propósito de Dios es que la intimidad sexual solo ocurra entre un hombre y

una mujer que estén casados mutuamente (1 Cor. 6:18; 7: 2-5; Heb. 13:4). Creemos en que

Dios ha ordenado que ninguna actividad sexual íntima se lleve a cabo fuera del matrimonio

entre un hombre y una mujer. Creemos y reconocemos que la única práctica sexual santa y

ordenada es entre un hombre y una mujer dentro del matrimonio.

A estos fines, tanto para jóvenes como adultos solteros, creemos en la abstención sexual como

único medio para ser obediente a los mandatos de Dios y mantenerse sano espiritual y

físicamente.

Creemos en que cualquier forma de inmoralidad sexual, incluyendo adulterio, fornicación,

comportamiento homosexual, conducta bisexual, bestialidad, incesto y el uso de pornografía,

es pecaminoso y ofensivo para Dios. (Mat. 15:18-20; 1 Cor. 6:9-10).

16. La identidad Sexual - El rechazo a uno de los sexos biológicos, es un rechazo a la imagen de

Dios dentro de esa persona. Dios, de esta manera maravillosa e inmutable, creó a cada persona

como hombre o mujer, estos sexos complementarios reflejan juntos la imagen, y la naturaleza

de Dios (Gén. 1:26-27). Por esta razón, los baños serán utilizados de acuerdo al sexo biológico,

y del mismo modo, cada miembro, visitante, voluntario o empleado deberá vestir de acuerdo a

su sexo biológico y cromosómico.

17. Dignidad del ser humano - Creemos en que cada persona es merecedora de compasión,

amor, bondad, respeto y dignidad (Mar. 12:28-31; Luc. 6:31). El odio y el acoso o el desprecio

dirigido hacia cualquier individuo deber ser repudiado y no están de acuerdo con las Escrituras

ni con la doctrina de la Iglesia.

18. Vestimenta - Tanto la ropa como los accesorios utilizados no deben, en forma alguna, violar

el principio cristiano de la modestia y el decoro.

Ninguna persona está autorizada utilizar, vestir, llevar consigo o lucir mientras se encuentre en

nuestras facilidades o disfrutando de nuestras actividades (auspiciadas por la Iglesia o en donde

tengamos alguna participación), accesorios, joyería, imágenes, diseños o símbolos en ningún

área de la vestimenta o como parte de sus materiales o artículos personales, que se relacionen

o tengan significado, interpretación o implicaciones políticas, religiosas, sexuales o de retórica

que invite a la violencia, sexualidad desordenada según nuestro dogma cristiano, faltas de

respeto a la santidad de nuestra fe y/o palabras o gestos obscenos.

19. Ofrendas y Diezmos - Creemos en dar Diezmos y Ofrendas según lo establece la Biblia

Reina Valera del 1960.

(Números 18:21,24 Deuteronomio 14:22,26 Malaquías 3: 10,11,12)

Dando cada cual Libre y Voluntariamente. Tal dar No es un Requisito para participar del servicio

Eclesiástico ya que nosotros lo recogemos más, el pedido lo hace Dios.

20. La Gracia - Creemos que la Gracia es un regalo de Dios que tuvimos acceso cuando el Hijo

fue enviado por el Padre (Juan 3:16), y que al entregar Su vida (morir) y volverla a tomar

(resucitar) da comienzo a la Gracia. Así mismo nos dio perdón del pecado por cuanto el castigo

del pecado fue sobre El, ya que no vino a condenar al mundo sino, a salvarlo (Isaías 53:5 Juan

3:17).

21. Creemos que, con el fin de preservar la función y la integridad de la Iglesia como el cuerpo

local de Cristo, y para proporcionar un modelo bíblico ejemplar a sus miembros y la comunidad,

es imperativo que todas las personas empleadas por la Iglesia en cualquier capacidad , o

quienes sirvan de voluntarios y sus miembros estén de acuerdo y cumplan con esta declaración.

(Mat. 5:16; Fil. 2:14-16; 1 Tes. 5:22)

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